Es bien
sabido que los argentinos y los uruguayos compiten por todo lo que tienen en
común. Que si los mejores asados (barbacoas) se preparan a este o al otro
lado del Río de la Plata. Que si los ingleses llevaron el fútbol primero a
Argentina o antes a Uruguay. Que si las mujeres más bellas de Sudamérica – o
tal vez del mundo entero- son las orientales (uruguayas) o las porteñas.
Pero no hay
mayor rivalidad que la que concierne al lugar de nacimiento de Carlos Gardel.
Para los amantes del tango uruguayos no cabe duda de que el más famoso
intérprete de ese género musical vino al mundo en Tacuarembó, 'tierra de
cantores y de poetas'. Los de Argentina replican que si el Zorzal Criollo
dedicó cuatro de sus mejores composiciones a Buenos Aires y ninguna al
mentado Tacuarembó, por algo ha de ser.
Parecía que
la polémica que recrudece cada vez que se conmemora la trágica muerte del
cantautor, en un accidente acaecido el 24 de junio de 1935 en el aeropuerto
de Medellín (Colombia) no tendría fin, hasta que los escritores galos
Georges Galopa y Monique Ruffié, y el argentino Juan Carlos Esteban, dieron
con la partida de nacimiento del legendario personaje.
Tras una
investigación que les llevó diez años, los autores de 'El Padre de Gardel'
hallaron que Charles Romuald Gardes –su nombre de nacimiento- fue inscrito el
11 de diciembre de 1890 en el registro civil de Toulousse, en Francia. Y
que su madre, Berthe Gardes, se vio forzada a emigrar al Nuevo Mundo,
por la vergüenza que le causó a su familia al concebir un hijo de padre
desconocido.
De más está
decir que la revelación de esos datos en el libro, causó tanta conmoción entre
los 'gardelianos' de Uruguay como entre sus pares de Argentina.
Según contó
Juan Carlos Esteban al diario 'La Nación', las dudas y confusiones en torno al
origen de Gardel se debieron a que al estallar la Primera Guerra Mundial
(1914), el cantante de 24 años debía presentarse en el Consulado Francés en
Buenos Aires para inscribirse y marchar al frente.
"Pese a
que en conversaciones privadas Carlitos hablaba con orgullo de su
ascendencia francesa, ese vínculo no era tan fuerte como el que sentía
con Argentina. De modo que, valiéndose de un recurso legal, fue al
consulado uruguayo donde mostró un documento apócrifo que lo hacía
originario de Tacuarembó (Uruguay) y nacido en 1887, tres años antes de lo
que señala la verdadera partida de nacimiento expedida en Francia. Poco
después, Gardel pidió y obtuvo la nacionalidad argentina", dice Esteban.
En cuanto al
padre del Zorzal Criollo, un aspecto que las biografías anteriores no lograron
esclarecer, los autores averiguaron que poco antes de morir, Bertha Gardes
reveló a su amiga Blanca Delfino que el progenitor de su único hijo fue Paul
Laserre, que cumplía el servicio militar en Toulouse cuando ella quedó
encinta.
"En los
registros de conscripción hallamos que el tal Laserre terminó su servicio en
esa ciudad y se marchó a Paris dos meses antes de que el fruto de su relación
con Berthe naciera", relata Monique Ruffié. Los dos autores franceses del
libro se entrevistaron con una hija natural de Laserre, que sería media
hermana de Gardel. La mujer, de 93 años, contó a los autores que uno de sus
hijos piensa hacerse la prueba de ADN para demostrar su filiación con el
inolvidable cantor.
Quizá, si
hubiera nacido en el seno de una familia bien constituida, Carlos Gardel no
hubiera llegado a ser una leyenda en el mundo de la música. "El tango es
la manifestación artística de las corrientes migratorias que llegaron a
Argentina entre 1870 y 1920. Gente humilde, de identidad difusa, perdida en
la gran ciudad", comenta Esteban, el coautor argentino de El Padre de
Gardel.
El Zorzal
Criollo no combatió por su país natal, pero dedicó 'Silencio', una de sus
composiciones más emotivas, a las madres francesas que perdieron a sus
hijos en la guerra.
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