José Heredia no es un hombre cualquiera. Es superior a Supermán o al Hombre Nuclear. Es oriundo de Duvergé, un municipio de la provincia Independencia, al Sur de la República Dominicana, que cuenta con una población urbana superior a los ocho mil habitantes y más de quince barrios con calles angostas.
Heredia es lo que podría llamarse el empleado municipal de mayor significación para esa población que orginalmente fue designada con el nombre de Las Damas, debido a que los dominicanos que combatían contra las huestes de Haití en el período de la guerra de Independencia, luego de los combates cuando solían descansar decían: vamos hacia Las Damas, porque en ese poblado habían mujeres bien parecidas. Así lo consigna la tradición popular.
La Alcadía de Duvergé dispuso que Heredia relevara a más de quince barrenderas que tenían la misión de recoger los desperdicios sólidos de los más de 15 barrios con que cuenta esa población. La decisión no fue por capricho, ni para favorecerlo en mejores niveles salariales.
Es que Heredia realiza la proeza de barrer el pueblo entero. Lo hace levántandose a la una hasta las seis de la mañana con una escoba, por supuesto. Va dejando en determinadas distancias la basura recogida, y a partir de las seis el camión se encarga de completar la labor de José.
Después que Heredia realiza el trabajo de recoger la basura de todas las calles del municipio de Duvergé se marcha hacia la zona rural donde en un pequeño predio agrícola se dedica a la siembra de frutos menores.
No es que haya favoritismo con Heredida por parte de la actual administración municipal. Los tres partidos-PRSC, PRD y PLD-han tenido que utilizar los servicios de José.
En definitiva, Heredia es un barrendero especial.
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