El panorama diurno que se observa en el tramo comprendido desde la avenida Máximo Gómez hasta el parque Eugenio María de Hostos, en la avenida George Washington, cambia radicalmente en la noche, no por la multiplicidad de luces de colores, sino porque las prostitutas han escogido ese espacio como zona de guerra para ofertar sexo.
La proliferación de rameras en ese tramo ha dejado casi desierta la zona del Centro de los Héroes, Constanza, Maimón y Estero Hondo, donde muy pocas meretrices venden sus caricias como consecuencia de los trabajos de construcción del Metro de Santo Domingo en los alrededores de la llamada Feria, y a los asaltos de que son víctimas por parte de los delincuentes.
Después de las siete de la noche es fácil observar en el Malecon una hilera de mujeres que hacen señas de pare a los conductores para negociar el precio del sexo, especialmente en la pequeña calle que da acceso a la avenida Independencia, frente al hotel San Gerónimo, en proceso de reparación por sus propietarios.
El ambiente familiar que se registra los domingos en el llamado Malecon Libre, que propicia el Ayuntamiento del Distrito Nacional, se transforma totalmente en las noches con la inundanción de prostitutas que proliferan desde la Máximo Gómez hasta el parque Eugenio María de Hostos.
La mayor cantidad de mujeres que ofertan sexo se registra frente a la clausurada discoteca De Noche, que se ha convertido en un especie de parqueo de las rameras, muchas de las cuales provienen de zonas del país donde se registran los altos niveles de probreza.
Según la Organización Internacional de Migrantes, la prostitución en América Latina deja beneficios por más de U$16 mil millones, una tercera parte de la deuda externa de los países de la región.
Familias que residen en la avenida George Washington han expresado su voz de alarma frente a la ocurrencia del fenómeno en la zona, a pesar de que todas las noches más de cinco carros policiales supervisan ese trayecto.
Los residentes deploran, además, que las autoridades de Salud Pública no hayan intervenido frente a la situación que amenaza con convertir al Malecon en el más grande burdel de la República Dominicana.
El fenómeno no es sólo del Malecon, sino que en el mismo tramo, pero en la avenida Independencia, donde también las prostitutas ofertan sexo luego de las ocho de la noche, sobre todo frente a la Casa Nacional del Partido de la Liberación Dominicana, actualmente en el poder.
Residentes en Gazcue, uno de los sectores más tradicionales del Distrito Nacional, también han externado sus quejas frente al cada vez mayor número de prostitutas que venden sexo en la avenida Independencia.
Algunos transeúntes han sido víctimas de asaltos en el sector de Gazcue por elementos que protegen a las meretrices que pululan detrás de los hoteles Meliá Santo Domingo y Jaragua, donde se hospedan cientos de turistas que vienen el país en viajes de negocios.
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