La Policía Nacional determinó que el asesinato del abogado José Antonio
Evangelista Pimentel, ocurrido el 11 de abril en el parqueo de una plaza
comercial ubicada en la avenida 27 de Febrero, esquina Seminario, en la
capital, fue realizado por el llamado cártel del Este, que lidera el prófugo
narcotraficante Rafael Pascual Cabrera Ruíz.
La institución dijo que las investigaciones determinaron que el abogado
trabajaba para Cabrera Ruíz y que por esa condición inició una rivalidad con
otros integrantes del grupo, que se sentían desplazados por su primacía en la
organización.
Señala que por ese motivo fue planificada su ejecución, que llevaron a cabo
los nombrados Franklin Domingo Mota Santana, (El Bory), de 35 años, y deportado
de Puerto Rico; y Víctor Manuel de la Cruz Montero, (Kinkon), ambos detenidos.
En el asesinato también participó el cabo policial Gerson Carpio Carpio,
quien posteriormente fue asesinado por sus compañeros, ya que al verse
acorralado por los investigadores, amenazaba con entregarse a las autoridades.
También será sometido a la justicia el teniente coronel retirado de la
Policía, Julio César García Mateo, porque se determinó que guardó el arma
homicida para proteger a de la Cruz Montero.
De la Cruz Montero, a raíz del crimen fue señalado por la Policía, a la cual
se entregó voluntariamente el 18 de abril de este año, llevando consigo un arma
de fuego que porta legalmente para que fuera analizada, cuyo examen de
balística resultó que no fue utilizada en el asesinato.
Sin embargo, mientras estuvo detenido se comunicó vía telefónica con el
teniente coronel retirado, quien es su amigo, para que fuera a su casa y sacara
la pistola marca Gloss con la cual se habría cometido el crimen del abogado.
Por esa razón se incluyó en el expediente como cómplice de los dos acusados
principales.
El jefe de la organización, Cabrera Ruíz, continúa prófugo, por lo que la
Policía le pide que se entregue. Los detenidos habrían admitido su
participación en los crímenes del abogado y el cabo policial, a éste último le
dieron tres balazos en la cabeza el 29 de febrero de este año, y lanzaron su
cadáver en el poblado de Mata Gorda, en El Toro, municipio de Guerra, ya que
temían que lo delatara.
La Policía dijo que logró localizar quemado en el tramo carretero San Pedro
de Macorís-La Romana, el carro Toyota Camry, año 90, que fue utilizado por los
asesinos para escapar de la escena del crimen, donde además hirieron a un
mensajero que se encontraba en la plaza.
El carro era propiedad de un cabo del Ejército Nacional, que residía en Boca
Chica, quien se lo había dado a un Rent Car con domicilio en La Caleta, donde
el cabo Carpio Carpio lo habían rentado por 920 dólares.
Los detenidos estarían involucrados en varios asesinatos en el Este, la
mayoría por asuntos de droga, según la Policía.
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