Lo que comenzó
como un vacilón de panas siendo estudiantes en la Universidad de Puerto Rico,
Recinto de Río Piedras, llevó a los dominicanos Javish Victoria, Adib Melgen,
Chuky Acosta y al fenecido Aneudi Díaz a hacer historia con el género musical
del merengue en Puerto Rico con un estilo pícaro y bien bailable, dándose a
conocer como el Conjunto Quisqueya.
Han pasado 40
años desde que se convirtieron en un fenómeno musical y Adib Melgen aún se
sorprende de cómo “lo que empezó como un relajo entre nosotros para beber y
conocer chicas sería algo de lo que viviríamos”.
Para Javish
Victoria, “la historia del merengue en Puerto Rico se escribe antes y después
del Conjunto Quisqueya”.
El Conjunto
Quisqueya se presentó por vez primera en la televisión en 1972 en la sección de
Los alegres tres, que formaba parte del espacio El show de las 12. Entre risas,
Javish Victoria y Adib Melgen confiesan que luego de su aparición en la
pantalla chica se iban a Río Piedras para ver si la gente los reconocía en la
calle señalándolos para comprobar que veían el programa.
Javish, esposo
de la cantante boricua Awilda “la Mimosa”, agrega riendo que “estábamos faltos
de reconocimiento”.
En 1973
lanzaron su primer disco, El Conjunto Quisqueya en el Show de las 12, con el
sello discográfico de Paquito Cordero, Hit Parade. Según Javish, “no lo compró
nadie, ni la familia”.
Luego grabaron otras dos
producciones, pero la suerte les arropó al pegar el sencillo La toita, que les
permitió estar fijos en dos nightclubs en Río Piedras: uno llamado Mateo y el
otro La Rue, en Puerto Nuevo.
No fue hasta el corte
Los limones que la agrupación tomó fuerza en la palestra musical, al punto de
internacionalizarse. Este tema se distinguió por el sentido pícaro de la
estrofa: Pónmelo ahí que lo voy a partir. Grabaron luego 45 discos.
“Con ese tema salimos
del cascarón y dejamos los nightclubs. Nos fuimos pa’ la calle”, asegura Adib
Melgen.
Si bien las letras y el
pegajoso ritmo fueron claves para que El Conjunto Quisqueya calara hondo entre
su fanaticada, también ayudaron a su éxito los bailes provocativos, por sus
característicos movimientos de cintura.
A eso se le tiene que
añadir sus ajustados y variados vestuarios en telas satinadas y coloridas que
dieron mucho de qué hablar por marcarles principalmente sus partes privadas.
Javish fue el ingenioso
de la vestimenta y las coreografías, para lo que se inspiró en Elvis Presley,
de quien era fanático.
“Los vestuarios eran muy
ceñidos al cuerpo y se marcaba todo, y tuvimos uno de una flecha en esa parte
íntima y más nunca pudimos usarlo porque provocó que la oficina de Paquito
Cordero explotara (en llamadas). Nosotros teníamos nuestro propio sastre que
trabajaba sólo para nosotros”, sostiene el cantante.
Pese a su popularidad,
Javish Victoria cuenta que “en esa época era despectivo decir merenguero porque
estaban en su apogeo La Fania con la salsa y otros estilos, pero se viró la
tortilla y todo el mundo tuvo que recurrir al merengue”.
Por su tema Los limones
fueron censurados no sólo en la televisión puertorriqueña, sino también en su
país. Cuentan que el evangelista Jorge Raschke se alzó en su contra por sus
temas y vestimenta.
En Wapa los
interrumpieron en medio de la canción, en República Dominicana la prohibieron,
y en un evento en el estadio de béisbol de San Francisco de Macorís, el público
les pidió que la cantaran y, por complacerlo, los arrestaron.
“Fuimos arrestados y
amanecimos presos; todo eso nos trajo ese limón”, dice Adib Melgen.
En 1993 la agrupación sufrió
una sacudida con el fallecimiento de su amigo y colega Aneudi Díaz como
consecuencia de un cáncer terminal.
Díaz siempre se destacó
en el grupo por su voz ronca y por las gesticulaciones jocosas que hacía con su
rostro al cantar.
“Una parte del grupo se
fue con él”, precisa Javish Victoria, mientras que Adib Melgen agrega que
cumplieron con los compromisos en agenda por un año, pero en
En 1993 la agrupación sufrió una sacudida con el
fallecimiento de su amigo y colega Aneudi Díaz como consecuencia de un cáncer
terminal.
Díaz siempre se destacó en el grupo por su voz ronca y
por las gesticulaciones jocosas que hacía con su rostro al cantar.
“Una parte del grupo se fue con él”, precisa Javish
Victoria, mientras que Adib Melgen agrega que cumplieron con los compromisos en
agenda por un año, pero en 1994 decidieron tomarse un receso porque “no había
motivación para hacer nada”.
1994 decidieron
tomarse un receso porque “no había motivación para hacer nada”.
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